Hace unos días la doble de Natalie Portman en Cisne Negro, Sarah Lane, denunció que ella había protagonizado la práctica totalidad de las escenas de baile, y que la gran habilidad de Portman para el ballet era sólo un bulo promocional sin verosimilitud alguna. Ahora es el cineasta Darren Aronofksy el que trata de emendar la plana tirando de presuntas estadísticas para no quitar mérito a la capacidad innata de Portman para condensar décadas de dedicación a la danza en unas semanas de entrenamiento.Darren Aronofsky afirma que Natalie Portman “aparece en el ochenta por ciento de las escenas de baile de Cisne Negro“. Repite así, punto por punto, el discurso oficial de la productora.
Aronofksy afirma que sólo usó a la doble para unas pocas escenas en las que se superpuso la cara de Natalie Portman al cuerpo de Sarah Lane. Ya que eran de extrema complejidad, pero que por lo demás, Portman se ocupó de todo “con gran profesionalidad y dedicación”.
Darren Aronofsky termina remarcando que sale en defensa de su actriz de Cisne Negro para que se termine de hablar del asunto de una vez por todas. Aunque ahora, tal vez sólo consiga que se hable un poco más.
Es conocido por todos que en Hollywood, y gracias a las nuevas tecnologías, casi es posible hacer bailar el “can-can” a un elefante. Por lo que las denuncias de Sarah Lane no parecen tan descabelladas. Más aun tras ver la película y las mencionadas escenas de danza. De todos modos es ficción, pero siempre resultaba más romántico pensar que Natalie Portman era una superdotada, capaz de cualquier cosa en pocas semanas. ¿No es así?
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